Escuchar música nunca ha sido tan fácil. En la era de los datos y dispositivos omnipresentes, cualquiera con un teléfono, una cuenta de Spotify y un altavoz Bluetooth puede empezar la fiesta. Pero no hace falta ser un audiófilo para apreciar la diferencia entre una configuración de altavoces ad hoc y un sistema de estéreo doméstico correctamente configurado. No estamos hablando de remodelar habitaciones enteras o de derrochar el equipo de más alta gama y alta fidelidad, sino de hacer unas cuantas compras cuidadosas y prestar atención a la forma en que el sonido viaja en espacios reducidos. Para todos los amantes serios de la música, aquí hay algunos consejos rápidos para transformar una habitación en un ambiente dedicado a la escucha.
Deje que el subwoofer salga de la esquina
No trates a tu subwoofer como a un niño de 4 años que se comporta mal y lo pongas en una esquina. Las notas bajas son creadas por ondas que alcanzan su punto máximo en algunas zonas de demasiado bajo, y también hay nulos donde el sonido se anula y no se puede sentir ese bajo atronador. Las dimensiones de la habitación dictan estos sonidos. A menos que estés buscando remodelar, es más fácil simplemente probar diferentes lugares para el subwoofer. No tengas una noción preconcebida de dónde debe ir el subwoofer en una habitación por razones estéticas o de «ahí lo pone todo el mundo». Generar el sonido perfecto requiere un poco de esfuerzo ahora para obtener grandes beneficios en el disfrute.
Es importante no escatimar en la calidad del subwoofer. Los modernos subwoofers con DSP pueden producir tonos cada vez más profundos, lo que significa una experiencia de sonido cinematográfico más atractiva. Si no tienes un subwoofer, necesitas conseguir uno. Los subwoofers son la base de cualquier sistema de sonido envolvente serio.
Triangula tu asiento
Ya sea en una sala de conciertos, un club de rock o en su sala de estar, cada espacio tiene un punto dulce acústico, donde los oyentes pueden disfrutar de todos los beneficios de las distintas fuentes de audio direccionales. Para la configuración del equipo de sonido doméstico, la regla más fácil es crear un triángulo equilátero. En otras palabras, coloca los altavoces de los canales izquierdo y derecho a una distancia igual entre ellos y de ti. Esto maximizará el efecto estéreo y evitará cualquier retraso o superposición de las ondas sonoras que se aproximan.
Sáltate la barra de sonido
Las barras de sonido, que permiten colocar varios altavoces en un gabinete compacto, son una alternativa popular a la configuración más tradicional de varios altavoces. Pero están diseñadas como productos de cine en casa, optimizadas para el audio de la televisión y las películas, en lugar de la música. Y también tienen características superfluas, ya que la mayoría de los modelos incluyen un canal central dedicado a la emisión de voz clara, no de voz, sino de líneas de diálogo. Pero lo más importante es el hecho de que las barras de sonido no permiten separar físicamente los canales de audio izquierdo y derecho, lo que nos lleva a nuestro siguiente consejo.
Amplifica tus altavoces
Este es uno de los consejos que nos comparten desde Sonidopedia.com, un portal especializado en dispositivos de sonido. Según nos explican, en su forma más básica, los amplificadores son potenciadores de volumen, que permiten a aquellos que no tienen vecinos cerca, o a los que desprecian, verter potencia extra a través de los altavoces existentes. Los amplificadores pueden trabajar en relativo aislamiento, mejorando la potencia de los altavoces, o pueden ser parte de una configuración mayor que incluye un preamplificador, que puede limpiar las señales antes de que lleguen al amplificador. Sin embargo, es fácil derribar la madriguera de la alta fidelidad, así que considere la posibilidad de añadir un amplificador integrado a su sistema, y saltarse los preamplificadores, receptores y otros equipos arcanos.
Ajustar la configuración del ordenador
Si se utiliza el ajuste predeterminado en iTunes, los CD se importan o se «ripean» a 256 kilobytes por segundo. Mira cuánta información musical se tira durante el proceso de conversión. Intenta aumentar la tasa de bits hasta 320 kbps. O prueba el formato Apple Lossless, que ocupa la mitad del espacio del disco que los formatos WAV o AIFF sin comprimir.
Inclina los altavoces en ángulo
Esto puede sonar obvio, pero recuerde que, mientras que el sonido se irradia hacia afuera en ondas, la mayoría de los altavoces son dispositivos direccionales, y su audio más limpio proviene de ondas dirigidas directamente a usted. Apuntar los altavoces a su asiento preferido también reducirá la cantidad de reflejos de audio que usted experimenta (más sobre eso más adelante). Sin embargo, esta regla sólo se aplica a esos dos canales primarios. Si su sistema incluye un subwoofer, la ubicación de ese altavoz no depende tanto de la dirección, sino más bien del lugar de la habitación en el que los bajos suenan mejor. En el caso de los subwoofers, la estrategia más relevante es la de prueba y error.
No te molestes con el sonido envolvente
Empecemos con lo que no hay que hacer, que es comprar demasiados altavoces. Específicamente, sólo necesitas dos o tres para escuchar música: un canal derecho e izquierdo para ofrecer sonido estéreo, y posiblemente un subwoofer para subir los bajos. Eso es 2 canales o 2.1 canales, en el habla de audio casero, mientras que un conjunto de sonido envolvente completo podría ser de 5.1 o 7.1 canales. La música se suele grabar y mezclar teniendo en cuenta la salida estéreo, por lo que no hay ninguna ventaja en añadir altavoces adicionales. Esto no quiere decir que no puedas reproducir canciones en una disposición de sonido envolvente, pero si la música es tu prioridad, entonces concéntrate en conseguir y colocar el mejor equipo de 2 o 2.1 canales que puedas balancear.
Crear un espacio que sea sólo para escuchar
Un sistema estéreo tradicional realmente brilla en una habitación donde puedes sentarte frente a los altavoces. Piensa en convertir una habitación de repuesto en una sala de escucha aislada. Si es una habitación pequeña, considere componentes compactos.
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